Bienvenidos al mundo real. Se acabaron ya los sueños y el globo de la olusión se desinfló ante la realidad del balonmano mundial. España ha sido la cuarta del mundo, en esta competición internacional, organizada en territorio nacional Y no hay que darle más vueltas.
La poderosa Noruega ha sido campeona, tras derrotar en un segundo tiempo de película a una Francia gigantesca en los primeros 30 minutos, pero que luego fue arrollada por la máquina nórdica.
El bronce, muy justo, fue para Dinamarca que, igual que Noruega el día anterior, fue superior a la selección nacional. Las danesas se impusieron por: 35-28. En el descanso, 16-13. El podio mundialista ha sido occpado por tres superpotencias en el balonmano femenino y España demasiado ha hecho con llegar al Rubicón de las semifinales y codearse con los mejores equipos.
Ni en fichas; ni en estrutura deportiva; ni táctica; ni técnicamente; ni en corpulencia. Mover más el molino no parecería real. Ser cuarta, hoy en día, es una proeza.
Foto RFEBM./J.L. Recio. España, cuarta.