Faltaba un segundo para que finiquitara el partido y, en el marcador, 21-21. Después de un dilatado tiempo muerto, pase a Alfonso Majadas, muy tímido para lanzar, se elevó y marcó el tanto de la alegría para SAFA Metlife y nubes negras para un UBU San Pablo, que mereció, al menor, un puntillo.
Pero el deporte es asín. Partido espectacular. Fue un "daca y toma". Bueno, hablando en plata, un toma y daca. Jugada de varios segundos y el técnico, Iván Enríquez, diseñó lanzamiento para el que menos se esperaba. Salió la carta más alta para SAFA Metlife, bastante más en equipo que en la temporada anterior, pero con una trayectoria irregular por culpa de las lesiones.
Hasta el momento, el balón, en los verdes, era propiedad de Pablo Díez. Jolines, once goles en la planilla. Posiblemente, la clave de la derrota de los burgaleses fue que no se le marcó bien. Todo el juego colegial transitaba por sus manos y enchufaba o le daba pases de oro al pivote, no muy afortunado, precisamente, ayer.
Mucha rapidez en ambas escuadras. Daba un equipo; el otro repondía. En el descanso, igualada a once tantos. Pero en SAFA Metlife, cuándo no marcaba Sergio, atrás, era Antonío Díez, a quien le tocaba salirse de los tres palos. Era el día Díez. Firmó seis paradas de porterazo, sobre todo en la segunda parte, porque aburrió al extremo derecho visitante. Como el anuncio, Antoñito dió alas a los verdes.
UBU San Pablo llegaba a Madrid como líder, pero tras los 60 minutos de juego, se iba a Burgos cuarto en la clasificación general. No hay quinto malo, posición para SAFA, que lleva seis victorias en un suspiro. El liderato pasan a compartirlo Pedreña y y Cronistar Oviedo, que ganaron en sus respectivos encuentros. Tercero es Avilesina. La "cousa" está muy igualada.
Y ya como guinda. Una reflexión para Mariano Ortega. En el último tiempo muerto, mejor hubiera sido que preparara con los suyos el contraanálisis defensivo para paralizar al adversario en esos instantes de infarto. Pero, bueno eso es ya a toro pasado.
Lo que si debe quedar es que fue un partido de mucha tensión, entre dos buenos equipos. Ganó, ya se sabe, la carta más alta.
Foto Somosasín.
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