Foto Coeco Sport. Alegría guardesa.
Nada más acabar el encuentro, muchos de los que lo vimos en casa pensamos que con la imagonación pusimos un granito de ayuda. Y me pongo en la posición de la Peña O Inferno. Una victoria asín no merecía ese silencio en A Sangriña. Vaya por delante, la felicitación al club gallego.
Ya cumplidos los 60 minutos de juego, hacer la crónica resulta complicado resumir un duelo entre dos equipos, con las fuerzas muy gastadas por el compromiso europeo de anteriores semanas. Juego lento para comenzar y, sobre todo, un Rincón Málaga, limitado en el banquillo.
Prácticamente, se resolvió el lance en los tres ultimos minutos. Mandaban las visitantes con 20-21, en el marcador, cuando el Atl Guardés mantenía una defensa férrea. Se pasó al empate a 22 tantos y doble superioridad para el cuadro local, por exclusión de Rojas y descalificación de Estela Doiro. Entonces, Lorena Pérez no fallaba y marcaba ese: 23-22, que luego sería el 1 fijo en una hipotética quiniela, rubricada por Miriam Sempere, que detuvo una vaselina de Sara Bravo, en el último suspiro.
Alegría en el bando local, porque en este partido aplazado de la séptima jornada de la Liga, en el que se impuso Atl Guardés por: 23-22, se conseguían así dos puntos vitales para la siguiente Fase, en busca del título. En el descanso: 8-9.
Rincón Málaga, posiblemente, notó el largo viaje de Grecia y, sobre todo, stress de los últimos minutos sin amplitud de banquillo.
Partido, por tanto, para recordar por parte de la afición guardesa, visible en casa y, con el espíritu en A Sangriña. No se puede decir que allí estuvimose, pero sí que lo sufrimos. Por algo es Atlético...
Foto Coeco Sport. Ataque guardés.
Foto Coeco Sportr. Silvia Arderius dirigió al Rincón Málaga.
Foto Coeco Sport. En el uno contra uno, brillo la defensa local.
Foto Coeco Sport. Momentos decisivos.
Foto Sport Coeco. Pérez Buform, en acción.
Nota:
Agradecimiento al Atl Guardés por el despliegue fotográfico realizado. Gracias a Coeco Sport.