No hubo sorpresas en la primera jornada de la Liga Iberdrola, en la que los favoritos se adjudicaron el triunfo en cnachas, con el aforo limitado o con la puerta cerrada como así ocurrió, por decisión afortunada, de la directiva del Atl Guardés, en el no pabellón de A Sangriña.
Jugar en A Sangriña sin el ardor de la peña Inferno es como visitar el Museo del Prado sin cuadros o irse a bañarse sin flotador. El equipo de José Ignacio Prades se sobrepuso no sólo a la ausencia de cuatro de sus jugadoras, en el dique seco, sino que no tuvo el calor de su afición.
No importó y tampoco hubo angustia vital cuando el el equipo canario estrenaba el marcador. Enseguida se pudo comprobar, por streaming, naturalmente, que entre ambas formaciones hay dos mundos distintos. Menos mal que el electrónico es automático, porque en el descanso lucía un tremendo 24-7. En el caso de haber sino manual, el pinchurrito del marcador se habría ido ya a casa agotado.
Como es natural, Prades aprovechó a mover a su personal y hacer lo que los especialistas llaman rotaciones. Un triunfo coral del Atl Guardés, en el que hay que destacar el cañoncito de Paulina Pérez Buforn, que tan pronto aparecí en lateral como en el extremo. A destacar también el alza en valor de la zurda Natalia Moreno. Es el próximo diamante guardés.
Resultados Grupo A: