Quien hable de milagros o del mítico tópico sobre si existen las meigas en territorio gallego se equivocaría plenamente al juzgar la proeza, otra más, del Mecalia Guardés, que en la pista se sobrepone a los problemas de supervivencia que le rodean y planta cara a todo un líder, que siempre que llega al no pabellón de A Sangriña se topa con un muro complicado de abatir.
Y una vez más. Ni milagros ni meigas, repetimos. Simplemente, que hay un colectivo sólido formado por plantilla, técnicos, directivos y una afición que cree, firmemente en su equipo. Y un trabajo cotidiano de un técnico, que hace magia con el equipo que tiene.
Todo un líder, con un potencial tremendo, no pudo imponer su teórica superioridad, a pesar de los arreones en cada tiempo del encuentro. Las guipuzcoanas comenzaron muy fuerte, pero Mecalia Guardés aguantó el intento de aplastamiento, pero se fue a los vestuarios, con empate a 12 goles.
De nuevo, Beba Bera salió a apabullar y las guardesas se adelantaron con ventaja en el marcador. El líder volvió a apretar y en los instantes finale se sucedían los empates. A falta de 23 segundos para el pitido final, bola para M. Guardés y tiempo muerto pedido por Prades, que señalizó una estrategia hacia el extremo izquierdo, con lanzamiento acertado de Lorena Pérez. Total: empate a 23, con entusiasmo por parte local. Una vez más, el pez grande no pudo engullir al chico. Y el Bera Bera da por bueno ese punto pescado en el Atlántico.
A destacar la brillantez de Carmen Campos, que ya ha asumido la jefatura del Mecalia en el 40X20. Marcó siete tantos y pide a voces un puesto en la selección. Ahora, a esperar a Rocamora y sus chicas del Elche, que recala en A Guarda el próximo Miércoles.
Foto Somosasín. Carmen Campos.