En Galicia, las leyendas de doble filo señalan e indican que hay muchos bosques encantados y montes mágicos. Nadie, hasta ahora ha visto gnomos entre castaños y robles, pero, meigas, claro que las hay. Al anochecer, entre brumas y nieblas; entre ruidos y sollozos de los propios árboles; entre musgos y liquenes; entre alfombras de hierba, repletas de cadstañas desprendidas que se atreven a echar raíces en el propio suelo, suman y multiplican un mundo interior, con seres extraordinarios.
Foto Baz Lomba.
Surgen troncos que, a veces parecen seres con vida propia. Con ojos. De noche, ¿vivirán?
Foto Baz Lomba.
Una familia de hongos se ha asentado en un tronco. Se ha instalado como si fuera su casa.
Foto Baz Lomba.
Esta roca parece que respira, por el enorme agujero provocado por la erosión del tiempo.
Foto Baz Lomba.
El musgo ha formado una ladera verde en este tronco, que aguanta el paso del tiempo.
Foto Baz Lomba.
Los hongos unidos jamás serán vencidos ni derrotados. En familia.
Foto Baz Lomba.
Quien suba al Monte Santa Tecla podrá observar un ejemplar como éste.
Foto Baz Lomba.
Por el cuerno, no te acerques por si un acaso.
Foto Baz Lomba.
Resulta inexplicable, pero esta belleza nadie puede decir cómo se ha formado en el monte.
Foto Baz Lomba.
La naturaleza ha logrado que el tronco de un árbol y una familia puedan convivir juntos.
Foto Baz Lomba.
Asemeja un pozo de madera. Criatura de la naturaleza que logra sobrevivir.
Foto Baz Lomba.
Entre ramas y matojos ha nacido esta figura natural.
Foto Baz Lomba.
Un ejemplo de simbiosis entre hongos y un trozo de hierba.
Foto Baz Lomba.
Nació con vocación de silla, pero se quedó en un tronco con un sólo ojo.
Foto Baz Lomba.
Zona no apta para menores de 16, por lo verde; claro está.
Foto Baz Lomba.
Sin pareja ni familia, por el momento.
Foto Baz Lomba.
Por parejas. En una rama.
Foto Baz Lomba.
Tronco bien acompañado, con poderes ocultos.
Foto Baz Lomba.
Como los de Bilbao, las setas nacen donde quieren.
Foto Baz Lomba.
El hongo hay que buscarlo, porque suele esconderse en los sitios más insospechados.
Foto Baz Lomba.
Un tronco invadido por piedras, que lo utilizan como asiento.
Foto Baz Lomba.
Parecen ostras de monte.